miércoles, diciembre 12

Antes de viajar



Amaneciendo a las 10
Anchorage, Alaska
Diciembre 2007

En dos días salimos de viaje a recorrernos medio mundo. Primero Seattle, con una paradita de 3 días para visitar a la familia y los amigos. Paradita que ayuda a hacer más llevaderas las treinta y pico horas de aviones y aeropuertos que tardamos en llegar a España desde Aniak. Luego a la península, donde más que irnos de vacaciones parece que nos fuéramos de gira, como las resurgidas Spice Girls esas. Volviendo a casa por Navidad como el turrón y recorriéndonos un montón de kilómetros para ver a todo el mundo: Madrid, Santiago, Teruel, Tarragona, y con suerte, hasta Granada. Y finalmente, antes de volver a casa, nos tomaremos unas vacaciones de verdad y nos iremos a Egipto, a pasar unos días con el hermano de David y su familia, a descansar, ver un poco más de mundo y a que Naím disfrute un rato más de sus primos.

Una parte de mí tiene muchas ganas de ir. Otra parte de mí no tiene ningunas. Esa parte preferiría quedarse en Aniak tranquilamente, viendo amaneceres hermosos desde la ventana de la cocina a las 10 y media de la mañana, cosiendo guantes de piel de castor para Naím, dando clases de yoga, haciendo pan, cocinando, recibiendo y dando masajes, disfrutando de nuestra sauna, sacando fotos a los paisajes helados que me rodean, compartiendo ratos con David y Naím, los tres juntos... Esa parte de mí quiere disfrutar al máximo de esta vida de lujo que tenemos ahora mismo, sin estrés, sin prisas, sin atascos de tráfico...

Estoy tremendamente agradecida por la oportunidad de vivir esta aventura tranquila que estoy viviendo en este lugar inhóspitamente acogedor. Aún no me he ido y ya tengo ganas de volver...