miércoles, octubre 10

Fuego




Dentro del fuego
Octubre 2007
Aniak, Alaska



Uno de mis trabajos diarios, en esta nueva vida de madre y ama de casa a la que me dedico últimamento, es el de cuidar el fuego y mantenerlo encendido todo el día. Es nuestra única fuente de calor. Sí, hay una estufa de gasóleo debajo de la escalera, pero esperamos no usarla más que cuando las temperaturas se pongan verdaderamente extremas y bajen mas allá de 20 bajo cero. Brrrrrrr......

Vivir con fuego es una experiencia nueva para mí. Nunca he convivido con el fuego en el día a día. El fuego siempre era algo esporádico: durante las vacaciones, las acampadas, o aquellos momentos en los que una hoguerita en la chimenea le pone un toque romántico a una tarde perezosa de invierno.

Hace seis años compartí un fin de semana en grupo con un nativo Lakota que hablaba sobre "El Fuego Sagrado" en su cultura. Es un ritual que facilita el paso de los espíritus de este mundo al otro. Cuando en la comunidad muere alguien querido, un hombre de la familia enciende un fuego sagrado que ha de mantenerse vivo durante cuatro días y cuatro noches. En esta tradición, los hombres protegen el fuego sagrado y las mujeres les dan apoyo y alimento durante el proceso. El humo marca el camino y se convierte en el hilo que conecta ambos mundos.

Todos y cada uno de nosotros llevamos dentro un fuego sagrado. Su llama puede estar más o menos dormida, incluso a veces puede parecer que se ha apagado del todo. Pero no, no se apaga, ese fuego no se apaga nunca. Sigue ahí. Y espera pacientemente transformado en ámbar y escondido bajo las cenizas el momento en que estemos dispuestos a cuestionar nuestro propio vacío interior, mirarlo directamente y sentir su frío. Sólo así vuelve el fuego a chisporrotear con vida. Cuando le prestamos atención y lo cuidamos. Cuando nos cuidamos. Sólo así podemos cuidar a otros y a la vez dejar que nos cuiden.

He de cuidar mi fuego para poder cuidar nuestro fuego... He de cuidar el fuego...

5 comentarios:

Rocio Ramos Morrison dijo...

gracias...
me encanta leerte y me emociona mucho

irene dijo...

ay la cosita.....q grande es el tiempo q estas viviendo..q lleno de vida y de natura y cuanto saber nos enseñas con tus palabras...a mi como a la chio tambien me has emocionao..mucho..
el fuego en el lar representa para mi el verdadero..el verdadero espacio en el q vivir.ha sido mi compañero durante muchos años y ya no puedo vivir lejos del fuego..cargado de misticismo por su naturaleza purificadora y tambien destructora...fuerza imparable
te quiero mi la cosita

Marinha de Allegue dijo...

O lume, un elemento moi presente ao longo da minha vida, acompanhaba e confortaba o fogar, a recolección da lenha o ritual de prendelo o efecto purificador do fume (do que tantas e tantas lendas me contou a minha avoa).
Eu nacín na primavera, o elemento que rixe o meu signo é aire polo tanto avivo e mantenho o lume...

Unha aperta cálida desde Kompostela ata Alaska.
:)

Anónimo dijo...

si no recuerdo mal, en El libro de los Abrazos, de Eduardo Galeano, también se muestra la misma fascinación con el fueguito que llevamos dentro... por si lo tenéis a mano y queréis quemaros con sus bonitos relatos :-D

matlop dijo...

El Fuego es la esencia de la Creación!!


un ramo de sonrisas

M: